Si tuviera que escoger dos películas de los últimos cinco años, o incluso de la década 2010-2019, me quedaría con dos films tan brillantes como diferentes. Una es la que nos ocupa, mientras que mi otra elegida sería Greenbook (2019), pero dado que ésta es una web, principalmente, dedicada a la fantasía me centraré en Warcraft.
A muchos quizá os sonará haber escuchado esta palabra alguna vez, y es que Warcraft fueron una serie de juegos de ordenador de finales de los 90 principios de los 00, (Warcraft: Orcs and Humans 1994, Warcraft II: Tides of Darkness 1996, Warcraft III: Reign of Chaos, 2002) y el gran referente de los juegos online, pues WoW, World of Warcraft (2004), fue la gran plataforma que conglomeró a la mayoría de adictos a los videojuegos de esa época y ha sido la referencia para todas las plataformas online que han venido luego.
La película, se basa en un libro, El Último Guardián, de Jeff Grubb (2001), basado a su vez en el primero de los videojuegos.

La película está realizada con la técnica de la captura de movimiento. Gollum y Hulk, son dos grandes ejemplos de personajes creados por esta técnica, y la película Beowulf (Robert Zemeckis 2007) es una gran predecesora de Warcraft en cuanto a estar hecha íntegramente usando esta técnica. Con Warcraft, su director, Duncan Jones (Código Fuente, 2011), contó con la prestigiosa Industrial Light and Magic para hacerse cargo de los efectos visuales.
El resultado fue espectacular. Destacan unos orcos magníficamente creados (aunque en el mundo de Krom, eso serían trolls), no sólo ellos, sino todos sus complementos en armas y vestimenta, al igual que los humanos y todo su equipo. Los detalles están magníficamente elaborados, los poblados, las ciudades, los animales, pero lo más importante, la historia está perfectamente hilvanada, es coherente y creíble (dentro de los parámetros fantásticos presentados), con giros interesantes y con un muy buen ritmo de narración y bastantes personajes importantes bien definidos que se reparten el protagonismo.

A grandes rasgos, la historia nos cuenta como los Orcos han de emigrar a otro planeta ya que el suyo se está muriendo, así el brujo cabecilla de la Horda empieza a abrir un portal para trasladar a toda la Horda a un nuevo planeta, no sin antes enviar a una avanzadilla orca. Cuando ésta se topa con unos caballeros del reino de Azeroth, empiezan las preguntas y se descubre la amenaza.
El gran caballero Anduin Lothar, interpretado por Travis Fimmel (conocido por su papel de Ragnar en la serie Vikingos), pondrá todo su empeño en evitar la llegada de la Horda, para ello contará con la ayuda de un gran mago amigo del reino y algún aliado inesperado.

He de admitir que, en su momento jugué a los dos primeros videojuegos, que fueron muy innovadores para la época, a la hora de batallas en tiempo real, y en el tema de construir tu poblado y ejército a base de recolectar recursos.
Pese haber jugado, nunca presté atención a la historia en sí del juego, ya que en la época, si no era una aventura gráfica, la historia en sí, pasaba algo desapercibida ya que lo importante era el juego en sí, no el por qué jugabas, que solía ser siempre algo muy básico y plano.
Así que no había leído el libro ni jugado nunca a WoW, por lo que de entrada, la película no me llamaba demasiado, no la vi hasta que llegó a plataforma tv. No cabe decir que me cautivó.

Warcraft no fue bien valorada por los críticos, pero por el contrario, a la mayor parte de los fans les sorprendió muy gratamente.
Actualmente, por desgracia, parece que no hay previsión de una segunda parte, pero lo que si tiene esta película, es un montón de papeletas para convertirse en un film de culto al estilo Blade Runner, una película incomprendida por los críticos del momento, que el tiempo puso en el lugar que merecía, así que, quien sabe si de aquí veinticinco años habrá secuela.
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