¡Saludos Guardianes!, aunque en Krom se celebran muchas festividades semejantes a las terrestres, por estas fechas no hay nada parecido a san Valentín. Quizá la fiesta de la Floración sería lo que más se le asemejaría, pero ahora no voy a hablaros de eso. Nos centraremos en esta festividad, San Valentín, pero, ¿de dónde viene esta celebración?
Muchas veces la respuesta inmediata es, seguro que es un invento de los comerciantes estadounidenses…, bueno, realmente no, pero que la han fomentado y la han popularizado al resto del mundo, de eso no hay duda.
Si miramos el verdadero origen, como casi en todo, hay varios enfoques, unos más románticos y trabajados, y otros más aburridos y menos fantásticos, pero más reales.

La versión romántica dice que, como en muchas otras fiestas, san Valentín nació como para cristianizar una celebración pagana y así “desterrarla”. En este caso sería hacia el año 496, cuando el Papa Gelasius I, decidió abolir la Lupercalia, fiesta pagana más relacionada con el sexo y la fertilidad, y suplirla por san Valentín, una festividad más cercana a los valores cristianos como el amor y la pareja.
Si bien es cierta la supresión de la Lupercalía, la substitución por la festividad de san Valentín no se sustenta con ningún escrito ni ninguna otra prueba. Así que, dicha implantación del San Valentín en lugar de la Lupercalia no es cierta.
Antes de continuar, no os quiero dejar con la incertidumbre sobre en qué consistía la Lupercalía.
En la Roma de esa época la festividad estaba comprendida entre el 13 y el 15 de febrero. Unos escogidos romanos de clase alta eran proclamados sacerdotes Lupercos. Éstos se reunían en el Palatino, y frente al árbol (Ficus Ruminalis) consagrado a la diosa Ruminia (diosa romana de las madres lactantes), hacían un ritual en el que sacrificaban cabras con cuya sangre se untaban. Entonces, ensangrentados y desnudos, se dedicaban a recorrer la avenida que llevaba al Palatino golpeando con correas de cuero a quien encontraban a su paso, normalmente mujeres que querían ser purificadas y bendecidas con el don de la fertilidad. Las fiestas proseguían con algo típico romano y que no era el circo, las orgías.

Para entender esta fiesta, debería puntualizar que el árbol, una higuera, se dice que fue en cuyas raíces se detuvo la cesta en la que fueron abandonados Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Allí fue donde la loba Luperca cuidó a los gemelos. El nombre de la loba proviene de Luperco, protector de los rebaños (una romanización del dios griego Pan), sobrenombre del dios Fauno, quien, cuenta la leyenda, tomó la forma de Luperca para cuidar de los dos hermanos.
Así era la fiesta cuando se prohibió, aunque en origen venía de Grecia, del Territorio de Arcadia, colindante a Esparta, en donde se dice que los jóvenes de la región hacían el paso de chico a hombre. Allí, a las faldas del monte Liqueos (lobo, en griego, latín lupus), eran abandonados a su suerte durante unos días y sus correspondientes noches, durante los cuales, el niño daba paso al hombre, si sobrevivía. Esta «prueba» aparece en el inicio de la película “300”.
Tras este inciso histórico-mitológico, volvamos al San Valentín. La idea de que el Papa Gelasius I, supliera la Lupercalia por San Valentín, viene respaldada por la creencia de que San Valentín fue un mártir cristiano ajusticiado en el 270 por el emperador Claudio II ya que casaba soldados en secreto. Esto no se ha podido demostrar, de tal manera que incluso la iglesia, en 1969, retiró la fiesta de San Valentín del calendario litúrgico por falta de pruebas por lo que no se da fe de la existencia de este mártir, aunque hay otros dos san Valentín asociados también al 14 de febrero que nada tienen que ver con este. De todas maneras, es importante resaltar que, es a partir de 1969, que la iglesia, «dio de baja» a este santo, por lo que, durante los siglos anteriores, si se creía en el santo de origen romano.
Entonces, ¿de dónde “demonios” procede San Valentín?, pues, parece que una concatenación de hechos históricos nos conducen hacia lo que celebramos hoy.

1383 aproximadamente, se escribe el poema The Parlement of Foules, también nombrado como Parliament of Birds, de Geoffrey Chaucer (poeta inglés más conocido por los Cuento de Canterbury). En este poema el autor en un momento asocia el amor con san valentín a través del emparejamiento de las aves, ya que es en ésta época en la que se supone que se emparejan muchas de estas especies.
1415, Carlos Duque d’Orleans, estando preso en la Torre de Londres, a causa de la Guerra de los cien años, envió una carta a su esposa, Bonne de Armagnac de 16 años. Como dato, ella murió entre 1430 y 1435, mientras que Carlos fue liberado en 1440.
«Je suis desja d’amour tanné, Ma tres doulce Valentinée, Car pour moi fustes trop tart née, Et moy pour vous fus trop tost né».
Que en español significa:
«Ya estoy cansado del amor, Mi muy gentil Valentín, Ya que para mí, tú has nacido muy tarde, Y yo para ti he nacido muy temprano».
1603, se publica el Hamlet de Shakespeare. En él hay una canción de Ofélia en alusión a Hamlet que hace referencia directa a San Valentín:
Mañana es el día de san valentín, nada más que la mañana haya nacido, yo seré la doncella que esté en tu ventana para ser tu valentín,. Después él despertará y se vestirá y abrirá la puerta de su cámara, dejará entrar a quien ha venido doncella y que de allí nunca más saldrá como entró.

Ya en del s.XIX datan un gran número de intercambio de postales, los cuales a finales de siglo evolucionaron en dar regalos tipo flores y chocolates.
Y de aquí, sí, ya en el s.XX esta idea romántica de las postales definitivamente fue comercializada para transformarse en lo que se ha convertido hoy en día toda fiesta, una excusa para vender cualquier tipo de producto.
De aquí podemos sacar dos conclusiones, la primera, que aunque sea falso, quien verdaderamente da origen a la actual celebración, es san Valentín, pues es en relación al falso mártir que las referencias históricas hacen mención al 14 de febrero como san Valentín, pues, como ya he mencionado anteriormente, la iglesia en esa época sí daba veracidad al santo.
La segunda conclusión, es que la mayoría de las fiestas parten de la misma premisa y han seguido la misma metamorfosis. Podríamos decir que los ancestros tomaron factores astrales, climáticos y elementales para crear sus festividades de carácter ritual en relación a sus miedos y supersticiones. Luego las culturas antiguas las moldearon en favor de sus dioses y costumbres del momento. Más tarde las religiones las moldearon y transformaron para adaptarlas a sus doctrinas espirituales, dogmas, obligaciones, o como cada cual quiera nombrarlas. Actualmente, en la mayoría de rincones del mundo, el capitalismo las ha convertido en festividades comerciales.
Hasta aquí la curiosidad de hoy, espero os haya gustado. Os dejo con la BSO de la entrada.